Corren los chiquillos por el barrio,
la pelota se pasea por sus manos,
y se esconden en las ramas de los árboles,
sus sueños anhelados...
Envidio aquellos días en que yo era fiel actriz
de esos momentos,
en mi bici con trencitas de caballo,
se burlaban los muchachos en la esquina,
casi ya una señorita con granitos encarnados en mi rostro…
Siempre alegre y sin problemas en mi mente,
haciendo travesuras, marcando los pupitres con poesías,
mi uniforme estrujado y mis uñas ignorantes de pinturas,
no existía color mas lindo que el de la plastilina,
creando muñequitos, ávida escultora de sonrisas...
No sabía que había que dividir la noche con el día,
y que mis días de princesa se esfumarían,
entre archivos de oficinas y sonrisas fingidas…
Ahora soy espectadora de mi vida,
la que deje estancada entre muñequitas y tacitas para el té,
en el armario de margaritas deshojadas,
que algún inocente amor me regaló…
Jolie...
1 comentario:
Eres una gran poeta y amiga.
Te mandamos muchos besos.
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